Poemas: Autores anónimos
En Lincolnshire aprendía yo profesión,
y siete años a mi maestro serví con devoción,
hasta que cazador furtivo me hice, prestad atención:
¡Oh, en noche luminosa, que emoción
cuando la caza está en sazón!
Mientras yo y mi camarada un cepo ponemos,
Vigilamos al guardabosque, que poco lo apreciamos,
y no nos importa la lucha, y corriendo escapamos:
¡Oh, en noche luminosa, qué emoción
cuando la caza está en sazón!
Cuatro o cinco cepos ayer colocamos
Y al ver una liebre viva, como nos alegramos,
Y viva nos la llevamos, por el bosque nos alejamos:
¡Oh, en noche luminosa, qué emoción
cuando la caza está en sazón!
Que en Lincolnshire todos gocen de suerte,
Que todos los furtivos estén en liebres fuertes,
y para los guardabosques, infortunios, pero excusadles la muerte:
¡O, en noche luminosa, qué emoción
Cuando la caza está en sazón!