La arquitectura es el arte de idear, diseñar y construir edificios y estructuras donde se pueden desenvolver las actividades humanas. Estos espacios deben ser funcionales, perdurables y estéticamente valiosos. La palabra proviene del latín architectūra.
En la prehistoria, durante el Neolítico, diversos grupos humanos desarrollaron un estilo de vida sedentario basado en la agricultura. Esto llevó al desarrollo de viviendas estables y recintos ceremoniales. A medida que las sociedades se volvieron más complejas, surgieron los primeros núcleos urbanos con viviendas agrupadas alrededor de lugares sagrados. Las altas culturas de Mesopotamia y Egipto legaron obras arquitectónicas notables, como sistemas de irrigación, zigurats, templos y pirámides.
Los antiguos griegos y romanos perfeccionaron la arquitectura, sentando las bases de la arquitectura clásica. Durante esta etapa, se desarrollaron arcos, columnas estilizadas, se trabajó la piedra caliza y el mármol, y se originó el concreto. Ejemplos notables de este período son el Partenón de Atenas y el Coliseo romano.
En la Edad Media europea, surgieron estilos paneuropeos de catedrales y abadías románicas y góticas. El Renacimiento favoreció las formas clásicas implementadas por arquitectos famosos. Más tarde, los roles de arquitectos e ingenieros se separaron. La arquitectura moderna surgió después de la Primera Guerra Mundial, buscando un estilo nuevo apropiado para un nuevo orden social y económico.