En la mitología griega, personificaciones del destino. Las tres diosas son hermanas, hijas de Noche y de Érebo, están estrechamente relacionadas. El carácter implacable que muestran las Moiras es también propio de las horas, sólo que se oculta bajo el follaje y los frutos. Las horas y las Moiras acompañan al hombre. Manejan el hilo y la trama, el principio y el final. El tiempo de la vida depende de las horas, y de las Moiras, el tapiz temporal de la vida.
Las Moiras eran las personificaciones del destino, concebidas como divinidades indeterminadas y abstractas.
Se llamaban Cloto: La hiladora. Hilaba la hebra de vida con una rueca y un huso.
Láquesis: La que asigna el destino. Medía con su vara la longitud del hilo de la vida.
Átropo: La inflexible. Encargada de cortar el hilo de la vida que sus hermanas hilaban y tejían.
