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Pastorcita

Fábulas: Rafael Pombo

Pastorcita perdió sus ovejas, y quién sabe dónde estarán.
No te enfades pastorcita, que oyeron tus quejas y ellas mismas bien pronto vendrán.
Y no vendrán solas, que traerán sus colas, y ovejas y colas gran fiesta darán.
Pastorcita se queda dormida y soñando las oye balar,
Se despierta y las llama enseguida: ¡ovejitas, vengan ovejas¡, y engañada se tiende a llorar.
No llores, Pastora, que niña que llora bien pronto la oímos reír y cantar.
Levantose contenta, esperando que ha de verlas bien presto quizás,
y las vio, mas dio un grito observando que dejaron sus colas atrás:
¡Ay, mis ovejitas, pobres raboncitas!
¿Dónde están mis colas? ¿No las veré más?
Pero andando por todo el rebaño, otro grito una tarde soltó,
cuando un gajo de un viejo castaño cargadito de colas halló.
Secándose al viento, dos, tres, hasta cien, allí una tras otra colgadas las vio.
Dio un suspiro y un golpe en la frente, y ensayó cuanto pudo inventar,
miel, costura, variado ingrediente, para tanto rabón remendar.
Busco la colita de cada ovejita y al verlas como antes se puso a bailar.

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