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Unos perros hambrientos

Fábulas: Fedro

Una idea descabellada no solo no llega á tener efecto, sino también conduce á su perdición á los mortales.

Ciertos perros vieron un cuero hundido en el río; y para poder comerle más descansadamente puesto en seco, comenzaron á beber el agua; mas reventando, perecieron antes de lograr lo que pretendían.

La necesidad suele costar la vida.

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